El Saludo al Sol desarrolla fuerza, flexibilidad, gracia, resistencia y coordinación. Estimula los órganos abdominales, da vitalidad a la espina dorsal y produce el calor necesario para practicar yoga sin mayor peligro de lesiones. Libera además la energía contenida en el cuerpo. Desarrolla los brazos y flexibiliza las muñecas. La espalda se robustece y el pecho se abre. Los movimientos sincronizados con la respiración despiertan una mayor conciencia sobre la importancia de la respiración, no sólo durante la práctica de yoga, sino también en la vida cotidiana. Es un excelente ejercicio para todo el cuerpo.
A medida que el cuerpo se hace físicamente más apto, la mente puede desarrollarse con más facilidad, y cuando cuerpo y mente están en perfecta armonía, el espíritu adquiere mayor brillo.
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